Con una estética urbana y una buena dosis de sarcasmo como es habitual en la banda, Milk nos trae un futuro no muy lejano donde las metáforas sobre la temperatura que abundan en las letras de reggaeton cobrarán un sentido literal.
Colgantes de oro, billetes, bailarinas con cabeza de vaca y un final de fiesta en una playa post-apocalíptica son los ingredientes de este cuento sin final feliz que ilustra la gravedad de la situación actual y la poca repercusión que generan esas cuestiones en la sociedad.
A raiz de este concepto de mezclar lo popular con lo impopular surgió la idea original de la canción y del vídeo, elaborada por Rodrick Leite, así como la idea de acercar la canción musicalmente al terreno de la música urbana.
La canción es el cuarto single que la banda publica como adelanto de su segundo álbum «Dumb Apocalypse«, una obra conceptual distópica que volverá a estar ilustrada en formato revista de cómic por el talentoso ilustrador murcian Van Saiyan