El compositor Mike Dunne abre su nuevo álbum LIGHT con una pieza profundamente emotiva y simbólica titulada “Once”, una canción que celebra el momento en que encontramos a nuestro “Anam Cara”, un término celta que significa “amigo del alma”. Para Dunne, ese encuentro marca el inicio de una transformación interior, y por eso “Once” inaugura el álbum: porque hallar a esa persona esencial nos hace sentir completos.
La pieza se construye cuidadosamente en cuatro capas musicales que reflejan tanto el proceso emocional como la conexión espiritual de esta experiencia. El piano inicia el viaje, marcando el ritmo y estableciendo un tono reflexivo y abierto. Luego, entra la voz, grabada en doble pista para aportar riqueza y profundidad, como si hablara desde dos almas a la vez.
A continuación, el violonchelo aparece para anclar la emoción, aportando una textura cálida que sostiene toda la pieza. Pero es el violín, en su entrada final, el que eleva la composición: cada una de sus notas está meticulosamente escrita para hacer eco de su contraparte en el cello, creando un diálogo sonoro que representa la dualidad del Yin y Yang. Ambos instrumentos se hablan, se complementan, se entienden: juntos son más que la suma de sus partes.
“Once” no solo es una canción, es un símbolo del equilibrio entre dos almas que se encuentran.
Con esta obra, Mike Dunne da inicio a un álbum que promete explorar la luz del amor, la profundidad de la conexión humana y los matices del viaje vital. Once es la primera puerta abierta hacia ese mundo.
Todos los comentarios son bienvenidos, dice el propio Dunne, invitando al oyente a participar de esta experiencia íntima y universal.