La música irlandesa Maria Somerville lanzará su segundo álbum y proyecto debut en 4AD, Luster, el 25 de abril.
Hoy, Somerville comparte el tercer single del álbum, “Stonefly” un vals ambiental con un toque de ensoñación y feedback, ritmos de batería, pasajes de arpa y una voz relajante. El lanzamiento de la canción también llega acompañado de un video musical atmosférico, dirigido por Daniel Swan (que ha creado visuales para PC Music de A.G. Cook, así como para el LP de 2024 Psykos de Bladee y Yung Lean).
En los últimos meses, Somerville ha dado a conocer la tranquilidad inquietante y el exuberante telón de fondo sonoro de Luster con otros dos sencillos del álbum: “Garden” (una fusión zumbona y envolvente de realimentación, percusión ligera y nostálgicos acordes de guitarra producida por Diego Herrera, alias Suzanne Kraft) y “Projections” (un tema shoegaze melancólico y romántico empapado de nostalgia a través de un bajo fuzzed y una guitarra rasgueada).
Cuando la irlandesa Maria Somerville empezó a componer Luster, su debut discográfico en 4AD, ya llevaba tiempo viviendo lejos de su Connemara natal. Habiendo crecido entre el terreno salvaje y montañoso de la costa oeste rural de Galway, más tarde se trasladó a Dublín, donde desarrolló pacientemente una firma dream pop atmosférica inspirada en el paisaje de su juventud: un mundo sonoro hechizante de electrónica ambiental, rasgueos de guitarra etéreos, percusión escasa y viñetas líricas silenciosas. En 2019, esto culminó en All My People, un LP autoeditado impregnado de reverberación, nostalgia y un anhelo de hogar que ganó elogios de la prensa y los oyentes exigentes por igual.
Fue al regresar a Connemara, a una casa cerca de donde se crió con vistas a uno de los lagos más grandes del país, Lough Corrib, cuando comenzó a trabajar en las canciones que finalmente se convertirían en Luster, un álbum que ilumina la música de Somerville de nuevo, empujándola hacia adelante tanto en sonido como en espíritu. Mientras All My People transmitía recuerdos y añoranzas melancólicas en forma de baladas lentas y brumosas, estas 12 canciones nos muestran a una artista más segura del camino que ha tomado su vida y de la persona en la que se ha convertido en el proceso. Como canta en “Trip”: “I can see more clearly than I could before. I know now wat’s true for me.”
Vigorizada por su entorno y envalentonada por su comunidad, Somerville encontró un renovado sentido de la energía creativa al regresar a su tierra natal. Fue un “terreno fértil” para las sesiones de grabación en el pequeño estudio de su salón, donde recopiló maquetas que luego completó con amigos y colaboradores y que más tarde mezcló el prestigioso ingeniero Gabriel Schuman, afincado en Nueva York. Entre los colaboradores se encuentran los productores J. Colleran, Brendan Jenkinson y Diego Herrera (alias Suzanne Kraft), así como Ian Lynch, de Lankum, cuyas flautas pueden escucharse en “Violet,” y Margie Jean Lewis, cuyos arcos de violín reverberan en la bruma ambiental de “Flutter.” Las sesiones con los músicos Henry Earnest y Finn Carraher McDonald (alias Nashpaints) ayudaron a “unirlo todo,” mientras que las contribuciones de los amigos Roisin Berkley y Olan Monk consagraron el compañerismo que han compartido desde que Somerville regresó a Connemara.
Los oyentes han tenido una ventana abierta al mundo de Somerville todos los lunes y martes por la mañana desde 2021 a través de su querido Early Bird Show en NTS Radio, donde sus selecciones al amanecer van desde el ambient y el shoegaze hasta canciones folk tradicionales irlandesas. Desde que firmó con 4AD ese mismo año, Somerville ha estado de gira con sus compañeros de sello Dry Cleaning y ha publicado dos versiones para las celebraciones del 40 aniversario del sello: “Kinky Love” de Nancy Sinatra y “Sea Bird” de Air Miami. Con el lanzamiento de Luster, ha señalado la llegada de una nueva era que la llevará a tocar por todo el mundo en 2025 acompañada de una banda en vivo. No obstante, Somerville puede estar segura de que, vaya donde vaya, se llevará consigo un trozo de su hogar: una esencia viva, intemporal, que se percibe en cada nota, tan clara como el aire de Corrib.