La cantautora Eylsia continúa emocionando a sus oyentes con el lanzamiento de dos nuevas canciones profundamente personales: “Everybody’s Baby” y “Where Would Jesus Be Today”. Ambas composiciones revelan su inquebrantable fe, su fortaleza ante la adversidad y su conexión sincera con la música como vía de sanación y expresión.
“Everybody’s Baby”: una historia de pérdida y redescubrimiento
En “Everybody’s Baby”, Eylsia abre su corazón para contar una parte esencial de su vida. La canción surge de su experiencia como joven promesa del tenis: fue la ganadora más joven del Irish Open y llegó a competir en Wimbledon y el US Open. Sin embargo, una lesión la alejó de las canchas y la enfrentó a la soledad, cuando muchos de los que la rodeaban desaparecieron en los momentos difíciles.
“Dejé de ser el bebé de todos”, confiesa Eylsia, pero también reconoce que su fe en Dios la ayudó a encontrar nuevos caminos y propósitos. Aunque una compañía discográfica recientemente la rechazó por considerar que su condición médica representa “un riesgo”, la artista mantiene una actitud positiva y llena de gratitud:
“Si no fuera una cristiana devota, quizás no lo habría tomado con humor. Pero sé que lo que Dios tiene preparado para mí está bien. La vida es maravillosa, y no cambiaría la incertidumbre por nada del mundo.”
La canción, impregnada de honestidad y vulnerabilidad, se convierte en un himno a la resiliencia, a la aceptación y a la confianza en los designios divinos.
“Where Would Jesus Be Today”: fe, gratitud y propósito
En su segundo lanzamiento, “Where Would Jesus Be Today”, Eylsia se aleja de las listas y del deseo de éxito comercial para reflexionar sobre la compasión, la fe y el papel de Dios en el mundo actual. La canción, que ella misma describe como un acto de gratitud, nace del profundo agradecimiento por haber recuperado su voz —un milagro que atribuye tanto a la ciencia y la tecnología como a la gracia divina.
“Fueron los médicos, los científicos, la tecnología e incluso un poco de inteligencia artificial los que restauraron mi voz. Pero si no fuera por la gracia de Dios, creo que no sería nada”, explica la artista.
Con un tono íntimo y espiritual, Eylsia invita a sus oyentes a reflexionar sobre el lugar que ocuparía Jesús en el mundo de hoy, en medio de la adversidad y la desconexión. Más allá de los géneros y las tendencias, su mensaje es universal: la fe y la gratitud pueden transformar cualquier circunstancia.
Una voz guiada por la fe
A través de estos dos lanzamientos, Eylsia reafirma su identidad como una artista auténtica, movida por la fe y el amor por la música. En sus propias palabras:
“Dios no tiene géneros ni necesita éxitos, pero mi voz es suya, excepto en mi tiempo libre.”
Con su estilo sincero y su mensaje esperanzador, Eylsia demuestra que la verdadera fuerza de una artista no reside en los escenarios ni en los rankings, sino en la capacidad de inspirar y conectar con el alma de los demás.
