La cantautora bess regresa con una canción profundamente personal y conmovedora: “Gravity”, una balada indie íntima que celebra el poder de los lazos familiares y la belleza de las emociones sinceras. Escrita hace diez años, la pieza tiene un significado especial para la artista, ya que fue la canción favorita de su hija cuando tenía nueve años. Hoy, madre e hija la interpretan juntas, transformando ese recuerdo en un diálogo musical atemporal.
Construida sobre una delicada guitarra acústica rasgueada, acompañada por el cálido sonido del contrabajo, suaves capas de mellotron y una guitarra eléctrica texturizada, “Gravity” envuelve al oyente en un ambiente de fragilidad y ternura. Las voces de bess y su hija se entrelazan con una armonía etérea, creando un espacio de descanso y paz en medio de los tiempos inciertos que vivimos.
El video de la canción es una extensión visual de esa sensibilidad. Inspirado en un dibujo hecho por la novia de su hija, combina collages creados por bess con fotografías tomadas en acuarios y campos de amapolas, dando vida a un universo poético donde la naturaleza y las emociones se funden.
Con “Gravity”, bess no solo comparte una canción, sino también un pedazo de su historia, ofreciendo un momento de conexión genuina y esperanza. Es una invitación a detenerse, escuchar y sentir la gravedad de los afectos que nos unen.
