El proyecto musical Transgalactica regresa con una de sus composiciones más singulares: “Danse Macabre”, una pieza que rinde homenaje a la tradición clásica mientras plantea una reflexión crítica sobre la sociedad contemporánea. Inspirada en la célebre obra de Camille Saint-Saëns –de la cual toman prestada la melodía–, el tema se estructura como un vals rápido que incorpora un estribillo sombrío y acusatorio. El puente, por su parte, cita nada menos que el Oratorio de Navidad de Bach, reforzando el carácter profundamente clásico de la obra.
A diferencia de otras canciones de la banda, “Danse Macabre” prescinde de guitarras, bajos o baterías de rock, apoyándose únicamente en sintetizadores y texturas experimentales que evocan un paisaje oscuro y dramático.
Letras con filo filosófico
Las letras de “Danse Macabre” funcionan como un manifiesto contra la irracionalidad, la distorsión de los hechos y la tendencia a culpar fuerzas externas por los males del mundo. Con frases que alternan verbos de protesta, denuncia y evasión, la canción llama a abrazar la razón, la ciencia, el juicio y la sabiduría como herramientas indispensables para el progreso humano.
Música humana, imágenes artificiales
Ante la pregunta inevitable, el grupo asegura que nunca usó inteligencia artificial para crear música:
“Ni siquiera estaba disponible cuando grabamos nuestras canciones. Y quizá sea una pena, porque la IA nos habría dado buenos consejos en algunos pasajes”, confiesan.
Sin embargo, sí recurren a la IA para sus videos y fotografías promocionales. Las razones son claras: los videos que imaginan serían imposibles de producir en un estudio tradicional, además de requerir presupuestos millonarios. Al ser una banda no performática, tampoco buscan protagonismo personal frente a las cámaras, prefiriendo conceptos visuales imposibles de lograr por medios convencionales.
Sobre la polémica que esto ha generado, responden con serenidad:
“Algunos pensaron que si los videos eran de IA, la música también lo era, lo cual no es cierto. Y hay un pequeño culto anti-IA en el mundo de la cultura que, en nuestra opinión, exagera con palabras altisonantes sobre la creatividad humana y la supuesta ‘falta de alma’ de la IA. La tecnología siempre ha cambiado el arte, y la inteligencia artificial no es más que otra herramienta”.
Incluso citan a su compatriota, el célebre artista gráfico Andrzej Pągowski, quien sostiene que cada innovación tecnológica en la historia del arte –de la litografía a la fotografía, del cine al cartelismo– fue en su momento rechazada, pero luego se convirtió en fuente de inspiración y nuevos lenguajes creativos.
El origen de Transgalactica
El nombre del proyecto proviene de un sueño de Tomasz, uno de sus integrantes, en el que viajaba en una nave espacial de lujo, una especie de “crucero intergaláctico”. La idea derivó en un relato ficticio sobre colonos polacos viajando a Marte en un transatlántico espacial de segunda mano comprado a Elon Musk. Aunque la serie planeada nunca se concretó, el grupo conservó el nombre Transgalactica, que hoy representa su espíritu de exploración artística y conceptual.
Con “Danse Macabre”, la banda reafirma su predilección por la música clásica, su interés por la crítica social y su convicción de que el arte, ya sea humano o mediado por la tecnología, sigue siendo un espacio de experimentación y libertad creativa.

