Disponible desde el 29 de octubre en todas las plataformas digitales, 21 hs. Edita Elefante en la Habitación.
Siete canciones que visitan el fuego sagrado de la tradición tango-milonga-candombe desde una lectura contemporánea y provocadora: performance, sonido global siliconado, chirriantes beats con aditivos y corazón queer. Con la producción de Tatu Estela, y las colaboraciones de Marttein y Tomi Lago, PUNGA define un territorio sonoro donde tienen lugar los rituales de una generación con propia voz.
La tradición viva y mutante
En su álbum debut, Sofía de Ciervo explora los márgenes de lo sagrado, lo urbano, la herencia y el deseo. Con la producción de Tatu Estela, quien también participa de la composición de los temas, PUNGA es un álbum que parte de los ritmos fundacionales del Río de la Plata —tango, milonga y candombe—, reformula estructuras y timbres, y los integra a un objeto contemporáneo de sonido sintético y digital. Ese procedimiento permite consolidar canciones híbridas donde aparecen el reggaetón y el pop procesado, entreverados con el beat electrónico y la tradición. Lo ancestral se vuelve digital, se actualiza el rito, y el cuerpo se transforma en territorio de disputa.
Las letras de Sofía son pequeñas escenas psicológicas y afectivas. Sus personajes —profundamente femeninos y queer— transitan entre la vulnerabilidad y la furia, entre la ternura y la violencia. PUNGA habla de supervivencia, deseo y metamorfosis: la caída y el renacimiento como pulsos vitales. Su escritura, influenciada por el feminismo, el psicoanálisis y la performance, construye una voz que cuestiona, arenga y se reinventa.
El álbum combina texturas electrónicas muy trabajadas, beats recogidos como residuos de redes sociales y todo tipo de glitches con una dimensión analógica que no deja de lado los elementos acústicos: contrabajos rezongones, pianos desmesurados, percusión intervenida, y melodías que respiran en tiempo real.
Por su parte las colaboraciones reflejan los intereses artísticos de Sofía quien se abre paso en la nueva escena del tango y a la vez pertenece al sonido actual de su generación, el género urbano. Marttein, figura de la nueva música urbana porteña, aporta su energía multiforme y performática, entre el spoken word y la demencia pop. Tomi Lago, referente de la nueva movida del tango, suma una voz que dialoga con la tradición desde un registro melódico y subterráneo.
Inspirada en la esgrima criolla —aquella práctica heredada de los duelos gauchos que en la ciudad se transformó en gesto, en abrazo y finalmente en danza— Sofía explora el modo en que la violencia se vuelve lenguaje, la tensión se hace ritmo y la contienda se convierte en seducción. Como en un tango, donde el ataque y la defensa se funden en un mismo movimiento, PUNGA, siempre marginal y oportunista, traduce ese pulso a lo musical.
Con actitud performática y perspectiva feminista Sofía de Ciervo reivindica la importancia del cuerpo en la cultura del Plata. En PUNGA, el cuerpo es acción, disputa, controversia y deseo. Imagina una nueva mitología donde la herencia del arrabal se cruza con la pulsión electrónica global. Un rito queer, sensual y tecnológico que concreta un espacio para su ejercicio.
El lanzamiento de Punga se completa con una película dividida en siete episodios/clips —uno por cada track del álbum— que se estrenarán sucesivamente en el canal de YouTube de la artista. A través de una coreografía inspirada en la esgrima (criolla), cada posición encarna un estado psicológico distinto en el duelo entre La Punga y La Inocencia (personajes arquetípicos que presenta la narrativa). De la guardia inicial al touché final, el enfrentamiento se convierte en relato. La tensión avanza como una coreografía: presentación, seducción, combate, herida y victoria. Al final, cuando la máscara cae, queda una sola figura —la Punga— enfrentándose al reflejo de su Inocencia muerta. Dirección de ADSO y Luna Dolores.

