Con una sensibilidad onírica y una estética que remite tanto a la melancolía moderna como a las leyendas antiguas, Plaid Lion presenta “Selkie Blues”, una canción que evoca la mística del océano y el dolor de una transformación inevitable. Inspirada en la figura mitológica de las selkies —criaturas del folclore celta que viven como focas en el mar, pero pueden adoptar forma humana en tierra—, esta pieza es una profunda metáfora sobre la identidad, el exilio y la nostalgia.
Desde los primeros compases, “Selkie Blues” atrapa con una producción minimalista pero emotiva, donde cada elemento parece flotar como espuma sobre las olas. Las capas vocales de Plaid Lion se entrelazan con una instrumentación sutil que mezcla folk electrónico, dream pop y matices cinematográficos, creando una atmósfera íntima y casi ritual.
La letra se presenta como una elegía al hogar perdido, a la piel original que uno debe dejar atrás para adaptarse a un mundo ajeno. Hay en esta canción una poderosa carga emocional que conecta con quienes han tenido que cambiar de entorno, de cuerpo o de identidad para sobrevivir. “No puedo respirar en esta tierra seca”, canta con una voz vulnerable, como si el océano llamara de nuevo con su canto de sirena.
Visualmente, el proyecto de Plaid Lion acompaña esta narrativa con imágenes etéreas, casi pictóricas, que evocan mares embravecidos, costas frías y cielos grises, en un viaje tanto físico como interior. Todo en “Selkie Blues” parece hablar de la transformación y del anhelo de regresar a un lugar que ya no se puede habitar.
Plaid Lion logra con esta canción una síntesis poderosa entre mitología y modernidad, recordándonos que las historias ancestrales siguen vivas en nuestras emociones contemporáneas. “Selkie Blues” no es solo una canción: es una piel que uno se quita para descubrir lo que hay debajo, con toda su belleza y dolor.

