Clara Ballestero Presenta el primer adelanto de su segundo disco “Ojos Viejos”

La canción y el videoclip ya están disponibles en todas las plataformas digitales. La misma fue coescrita y producida por David Bensimon, con mezcla de Matías Cella, masterización de Eduardo Bergallo y grabada en los estudios de Warner Chappel. Este lanzamiento es apenas el inicio de un recorrido que continuará revelando nuevas canciones en los próximos meses, hasta la publicación completa del disco a fin de año. 

Con un sonido íntimo y profundo, “Ojos Viejos” inaugura este universo cargado de misterio y símbolos, donde la memoria, el deseo y lo que persiste dialogan con lo invisible. 

SOBRE CLARA BALLESTERO

Clara  es una artista de 30 años nacida en Buenos Aires. Su carrera musical comenzó en 2020 con su disco debut “Instrucciones para Desarmar una Muñeca” el cual  fue recibido con entusiasmo por la crítica y el público, consolidándola como una de las voces más sensibles y personales de la escena actual. En sus canciones confluyen diferentes sonidos, instrumentos acústicos, elementos de la electrónica y armonías vocales. 

El nuevo disco, que verá la luz a fin de año, conserva la esencia introspectiva que caracteriza a la artista, pero despliega un sonido más maduro y una estética renovada. Ya no hay una muñeca por desarmar, sino una mujer que se sumerge en su mundo interno para dar forma a una historia que la excede y la atraviesa al mismo tiempo. Es una obra conceptual atravesada por la presencia de un personaje atemporal: Quimero. Desde un lugar suspendido en el tiempo, él intenta comunicarse, y Clara se convierte en su intérprete: le presta su voz, traduce sus mensajes, los exorciza y los convierte en canciones. De aquella voz lejana solo queda un susurro que recorre todo el disco, siempre entrelazado con la voz de la artista.

UN LEGADO «GITANO»

A Clara la música la acompaña desde que es pequeña por parte de su familia, ya que su abuelo fue Oscar Anderle, cantante de jazz, autor de la mayoría de los éxitos interpretados por Roberto Sánchez «SANDRO» (Dame fuego, Rosa Rosa, Tengo y Una muchacha y una guitarra, entre otras). Si bien no llegó a conocer a su abuelo ya que falleció en 1988, le dejó como herencia el entrañable vínculo con “El Gitano”. 

La relación era tan familiar que solía pasar mucho tiempo con él y su familia en la mítica morada del artista y sentir esa imagen contenedora. Clara atesora con nostalgia su primer acercamiento a la música, jugando en un gran salón de la casa de “SANDRO” en el que se destacaba un gran piano de cola que llamaba la atención de esa niña curiosa, mientras oía la voz de quien consideraba un “abuelo por elección” cantando estrofas que serían himnos para una generación entera. 

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